En 2005 llegó a las
carteleras de los principales cines peruanos una película cuyo título prometía
una dosis de terror incalculable: “El Exorcismo de Emily Rose”. En ella, una devota
joven católica empezó a tener visiones aterradoras tras asistir a la universidad
y decide contactar con un sacerdote, pues estaba convencida que necesita un
exorcismo.
Algo que llamaba la
atención, más allá de las escalofriantes escenas, era que dicha película estaba
basada en hechos de la vida real, lo que muchas veces los productores de Hollywood
aseguran para incrementar la expectativa y generar mayor impacto, pero que
raramente es cierto.
Lo curioso es que en esta
ocasión sí de trataba de una historia basada en hechos reales, ocurridos a una
joven alemana llamada Anneliese Michel que en 1969, a
los 16 años de edad, empezó a padecer extraños ataques, diagnosticada de
epilepsia e internada en un hospital psiquiátrico.
El tratamiento médico a
largo plazo no dio resultado y su estado empeoró. Ella, que había centrado su
vida alrededor de una fe católica devota, empezó a manifestar que su condición
se debía a una posesión demoníaca, desarrollando intolerancia a los objetos y
espacios consagrados, como el crucifijo, lo que de acuerdo a los expertos puede
ser un signo claro de posesión.
En 1973, los padres acudieron a la parroquia
local solicitando a los religiosos que su hija fuera sometida a un exorcismo.
Al principio, todos ellos lo rechazaron, ya que la doctrina de la Iglesia
Católica con respecto a estas prácticas es muy estricta.
Poco después, el párroco Ernst Alt,
considerado un respetado experto en la materia, creyó probar que Anneliese
reunía las condiciones suficientes para considerarse endemoniada y consiguió el
permiso de las autoridades eclesiásticas para realizar un exorcismo siguiendo
los pasos del Rituale Romanum.
Durante las sesiones, Anneliese manifestó
estar poseída por seis demonios diferentes: Lucifer, Caín, Judas, Nerón, Belial,
Legion . El exorcismo se prolongó durante un año y finalmente Anneliese murió a
los 23 años.
Aquí, en "La Pesadilla de Merrin", les presentamos un video que
muestra imágenes y sonidos reales del exorcismo practicado a Anneliese Michel.
En el año 1973
el mundo quedó horrorizado con el estreno de una película que marcaría un hito
en el cine de terror y redefinió su género: “El Exorcista”. En ella se relata
la posesión diabólica de Regan MacNeil, una niña de doce años, y del exorcismo
al que más tarde fue sometida por el padre Lankester Merrin.
En la cinta, este
sacerdote tuvo que enfrentar las fuerzas demoniacas que azotaban a la pequeña y tuvo que enfrentar las dudas que esta
situación generaba con respecto a su fe, la que sucumbía ante el poder de la
entidad que combatía y que lo hacía sentirse solo y desamparado por el Dios en
el que él creía y bajo el cual buscaba refugio.
Algo que no
escapa a lo que nos sucede cuando el miedo nos invade, ya que muchas veces
cuestionamos la fe que profesemos y nos hace sentirnos solos y vulnerables ante
el ataque de cualquier enemigo que se muestre poderoso u oculto, que escapa a
nuestro control y nos hace cuestionar nuestras más profundas creencias.
El padre
Merrin simboliza a todos aquellos que temen a lo desconocido y que, sin
importar los parámetros que la ciencia o la razón imponen, temblamos ante lo
que nos resulta oscuro, demoniaco y paranormal; al sentir que no podemos
dominar a lo que, de una manera u otra, escapa a nuestro control y que nos
resulta incierto y desconocido.
La oscuridad suele tocar nuestras fibras más internas y
nos remite a nuestros miedos más profundos. El temor a lo desconocido queda
marcado en nuestras vidas desde el inicio de las mismas, haciendo que los
monstruos que habitaban cada noche bajo nuestras camas o escondidos en el
clóset, sobrepasen la razón y el sentido común, quedándose impregnados inconscientemente
en la mente de todos… hasta de los más escépticos.
Este portal no busca encender una luz para hacer a un
lado dicha oscuridad, ya que no existe forma alguna de iluminar cada rincón en
donde esta puede hacerse presente. Sólo encenderá una pequeña vela que nos
permita ver mejor de qué trata este mundo tenebroso que nos rodea y que escapa,
queramos o no, a nuestro control. Además, buscará indagar sobre algunos sucesos ocurridos en el Perú, ya que muchas veces creemos, por la poca exposición que se le brindan a estos temas en los medios, que son cosas que no nos van a ocurrir, sin saber que el mal habita más cerca de lo que imaginamos.
A veces etiquetado como un submundo paranormal, escalofriante,
tétrico y misterioso. Emprendamos un viaje a encontrarnos con aquellos demonios
que distan mucho de ser figuras flotantes con sábanas que llevan un tenue halo
luminoso, descubriendo que aquellos seres no sólo nos rodean… también habitan
dentro de nosotros.
En 2005 llegó a las
carteleras de los principales cines peruanos una película cuyo título prometía
una dosis de terror incalculable: “El Exorcismo de Emily Rose”. En ella, una devota
joven católica empezó a tener visiones aterradoras tras asistir a la universidad
y decide contactar con un sacerdote, pues estaba convencida que necesita un
exorcismo. 
El tratamiento médico a
largo plazo no dio resultado y su estado empeoró. Ella, que había centrado su
vida alrededor de una fe católica devota, empezó a manifestar que su condición
se debía a una posesión demoníaca, desarrollando intolerancia a los objetos y
espacios consagrados, como el crucifijo, lo que de acuerdo a los expertos puede
ser un signo claro de posesión. 
Poco después, el párroco Ernst Alt,
considerado un respetado experto en la materia, creyó probar que Anneliese
reunía las condiciones suficientes para considerarse endemoniada y consiguió el
permiso de las autoridades eclesiásticas para realizar un exorcismo siguiendo
los pasos del Rituale Romanum. 
